11 SIDI IFNI-El AIÚN
Carreteras de infinitas rectas infinitas con el desierto a la izquierda y el mar a la derecha. Se lo he dicho a Alegría varias veces. “Si alguna vez observas que tenemos el mar a la izquierda, mal asunto, eso es que nos hemos equivocado de sentido y nos dirigimos a España”. Habíamos comenzado la bajada pura hacia el sur, hacia Mauritania. Carretera que sigue la costa casi permanentemente. La temperatura diurna templada, todavía no se podía circular con las ventanillas abiertas. Por las noches, frío.
La entrada a Tan Tan |
Casi 500 Kms era la jornada de hoy. En principio parece una locura, pero como la carretera es recta, sin tráfico y con buen asfalto, la media salía clavada. Si ibas a 100 por hora, salía el promedio salía al milímetro. Es decir para 500 Kms tardabas 5 horas. Lo que fastidiaba un poco eran los frecuentes controles de carretera de la policía o la gendarmería. Éstos son muy comunes en Marruecos a la entrada de las ciudades, especialmente en el sur, en lo que era el Sáhara Español debido a la complicada situación política del Sáhara. En esos controles es necesario entregar una ficha con los datos del pasaporte y del vehículo. Para éste viaje hemos tenido que hacer 30 fotocopias de la famosa “Fiche”.
Pasamos por Tarfaya ,antigua colonia española, sobre las 15:00PM. No vimos nada interesante, pero al tirar hacia el sur vimos encallado el ferry de la naviera canaria ARMAS.
Ferry ASSALAMA |
A finales de 2007 esta compañía inauguró la línea Puerto Rosario/Tarfaya y en una de las primeras travesías, Febrero de 2008, encalló. Desde entonces el pecio sigue allí, con los coches y camiones todavía abordo. El servicio no se ha reanudado desde entonces. Una pena. Es una visión encontrarte esa mole de acero junto a la playa.
Decidimos seguir la nueva carretera que transcurre muy cerquita de la costa hasta casi el Aiún. Es una vía alternativa que nos había recomendado “Jota” y la verdad es que fue una buena idea. La carretera estaba en excelente estado, no había apenas tráfico, solo camiones con pescado, y el paisaje era fabuloso.
Con fuerte viento de popa, los alisios, muy bueno para ahorro de combustible, llegamos a El Aiún sobre las 17:00pm. Nos dio tiempo a dar una vuelta por la ciudad. No vimos ningún vestigio de la anterior época colonial española. La ciudad es la capital de la provincia y ha crecido una barbaridad. Edificios nuevos por todos lados, grandes avenidas, muchas farolas y luces por doquier. Sitio muy animado; al anochecer la gente se hecha a la calle y forma verdaderas aglomeraciones. Nos cenamos unos bocadillos de pincho moruno estupendos, nos metimos en un café con Internet para ponernos al día con los emails y el blog y salimos de allí por la carretera del sur buscando un sitio para dormir. Lo encontramos a las afueras, en el parking de un pequeño centro comercial. Había un guardián al que le pedimos permiso para aparcar y pasar la noche: “ningún problema” nos dijo. Ésta gente no tiene manías. Dile tú a cualquiera en España que quieres pasar la noche en el aparcamiento de su establecimiento. Seguro que llama a la policía. Al día siguiente le dí la propina a otro guardián, el que había relevado al de la noche anterior. Al minuto se presenta allí con una garrafa de 5 litros de agua mineral diciendo que la podíamos usar para lavar el coche porque estaba caducada. Un cielo.
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