28 LOME-OUIDAH
En Lome hace
calor. No sé cuánto pero cerca de 40 grados. Después de trajinar bastante
por la ciudad, de pelear por un visado en la embajada de Gabón, sudamos
bastante, tenemos la ropa pegada. Es hora de buscarse un sitio para comer algo.
Con la furgoneta circulamos despacito por la Marina, avenida paralela a la
playa. Vemos un chiringuito con mesas, música y un cartel que pone "Restaurant". Arquitectura playera-africana. Decidimos probar. Nos ponemos en una mesa a la sombra de los cocoteros
que adornan esta inmensa playa de arena amarilla. La brisa nos refresca y nos
rescata del calor agobiante. Se acerca la camarera sonriente. Yo pido arroz con
pollo frito, Ale unas brochetas de carne. Mientras esperamos la comida nos traen Sprite
y cerveza, nos hacemos una "clara Africana" que consiste en cerveza mezclada con Sprite, porque por aquí no existe la gaseosa.
Está fresquita, nos da una sensación placentera. Por los altavoces suena música
Africana alegre. La brisa marina sigue alegrándonos la existencia. La comida
llega. Pruebo el pollo, es crujiente, sabroso. Tiene el sabor de los pollos que
comíamos cuando éramos pequeños. Esta especiado. El sabor es espectacular. Como
guarnición me han puesto una salsa de tomate y cebolla que pica un poco. Lo
mezclo con el arroz y cierro los ojos para disfrutar más del sabor suave de la
cebolla mezclado con el picorcillo del tomate con pimiento. Impresionante. Las
brochetas de Ale también son estupendas, bien fritas y churruscadas. Vienen
acompañadas de unos polvos que son pimienta con otras especias: un placer. En
la playa, junto al mar, hay muchas canoas de pescadores listas para salir a
pescar. En el horizonte se ven multitud de barcos mercantes fondeados en espera
de descargar sus mercancías en el puerto. Más cerca, en la arena, niños y jóvenes
juegan al fútbol. En la terraza del restaurante hay varias mesas ocupadas por
togoleses que charlan. Sus voces son un sonido suave que nos acompaña en este
rato de disfrute. De cuando en cuando aparece un muchacho o muchacha vendiendo
tabaco, galletas, gafas de sol, tarjetas para el móvil, … Vienen con educación ofreciendo su mercadería.
Se les dice "no merci" y se van
tranquilamente. Volvemos a pedir otra clara, fresquita, ligera, burbujeante; la
brisa sigue ahí. Pedimos la cuenta y la camarera acude cantando, moviéndose al
ritmo de la música. Nos vamos al camping.
Esto no es la
felicidad, pero es una cosa tan parecida tan parecida, que solo un experto muy experto podría
apreciar la diferencia.
Esta frase creo
que es de Oscar Wilde. La pronunció cuando le preguntaron si el dinero daba la
felicidad.
Sirva esta exposición
pedantilla para expresar lo bien que hemos estado en Lomé. También hemos pasado
momentos malos como cuando sacamos dinero del cajero y la máquina nos dio el
recibo pero no los billetes.
Con Jazmine y Fabian |
Con otros overlanders en CHEZ ALICE, Lome |
La frontera
Togo-Benin se pasó sin problemas. Nadie nos pidió regalo/soborno ni nadie nos
entretuvo más de lo normal. Llegamos a Grand Popo que es una playa
impresionante. La típica de arena blanca con cocoteros inclinados hacia el mar
y sin gente. Eso sí, tenía pinta de peligrosa por las corrientes. No nos bañamos.
Pista en Benin |
El plan era
acampar en la playa de un sitio muy afamado llamado Ouidah. Este lugar es
célebre por haber sido un punto de embarque de esclavos hace siglos. La
peculiaridad es que cuando se abolió la esclavitud, muchos africanos volvieron
de Brasil justo a este lugar, dando como resultado una población con casas de
estilo colonial brasileño y muchas tradiciones que vinieron de aquel país. La
verdad es que paseando por sus calles, uno podría pensar que se encuentra en un
pueblecito brasilero. Acampamos en el jardín de un pequeño hostal playero. Un
lugar muy agradable junto a la playa.
Tirando de la red. Unas 4 horas de trabajo |
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