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viernes, 7 de marzo de 2014

28 LOME-OUIDAH

28 LOME-OUIDAH
 
Chiringuito playero, Lome (Togo)
En Lome hace calor. No sé cuánto pero cerca de 40 grados. Después de trajinar bastante por la ciudad, de pelear por un visado en la embajada de Gabón, sudamos bastante, tenemos la ropa pegada. Es hora de buscarse un sitio para comer algo. Con la furgoneta circulamos despacito por la Marina, avenida paralela a la playa. Vemos un chiringuito con mesas, música y un cartel que pone "Restaurant". Arquitectura playera-africana. Decidimos probar. Nos ponemos en una mesa a la sombra de los cocoteros que adornan esta inmensa playa de arena amarilla. La brisa nos refresca y nos rescata del calor agobiante. Se acerca la camarera sonriente. Yo pido arroz con pollo frito, Ale unas brochetas de carne. Mientras esperamos la comida nos traen Sprite y cerveza, nos hacemos una "clara Africana" que consiste en cerveza mezclada con Sprite, porque por aquí no existe la gaseosa. Está fresquita, nos da una sensación placentera. Por los altavoces suena música Africana alegre. La brisa marina sigue alegrándonos la existencia. La comida llega. Pruebo el pollo, es crujiente, sabroso. Tiene el sabor de los pollos que comíamos cuando éramos pequeños. Esta especiado. El sabor es espectacular. Como guarnición me han puesto una salsa de tomate y cebolla que pica un poco. Lo mezclo con el arroz y cierro los ojos para disfrutar más del sabor suave de la cebolla mezclado con el picorcillo del tomate con pimiento. Impresionante. Las brochetas de Ale también son estupendas, bien fritas y churruscadas. Vienen acompañadas de unos polvos que son pimienta con otras especias: un placer. En la playa, junto al mar, hay muchas canoas de pescadores listas para salir a pescar. En el horizonte se ven multitud de barcos mercantes fondeados en espera de descargar sus mercancías en el puerto. Más cerca, en la arena, niños y jóvenes juegan al fútbol. En la terraza del restaurante hay varias mesas ocupadas por togoleses que charlan. Sus voces son un sonido suave que nos acompaña en este rato de disfrute. De cuando en cuando aparece un muchacho o muchacha vendiendo tabaco, galletas, gafas de sol, tarjetas para el móvil, … Vienen con educación ofreciendo su mercadería. Se les dice "no merci" y se van tranquilamente. Volvemos a pedir otra clara, fresquita, ligera, burbujeante; la brisa sigue ahí. Pedimos la cuenta y la camarera acude cantando, moviéndose al ritmo de la música. Nos vamos al camping.
Esto no es la felicidad, pero es una cosa tan parecida tan parecida, que solo un experto muy experto podría apreciar la diferencia.
Esta frase creo que es de Oscar Wilde. La pronunció cuando le preguntaron si el dinero daba la felicidad.
Sirva esta exposición pedantilla para expresar lo bien que hemos estado en Lomé. También hemos pasado momentos malos como cuando sacamos dinero del cajero y la máquina nos dio el recibo pero no los billetes.

Con Jazmine y Fabian

Con otros overlanders en CHEZ ALICE, Lome
La frontera Togo-Benin  se pasó sin problemas.  Nadie nos pidió regalo/soborno ni nadie nos entretuvo más de lo normal. Llegamos a Grand Popo que es una playa impresionante. La típica de arena blanca con cocoteros inclinados hacia el mar y sin gente. Eso sí, tenía pinta de peligrosa por las corrientes. No nos bañamos.
Pista en Benin
El plan era acampar en la playa de un sitio muy afamado llamado Ouidah. Este lugar es célebre por haber sido un punto de embarque de esclavos hace siglos. La peculiaridad es que cuando se abolió la esclavitud, muchos africanos volvieron de Brasil justo a este lugar, dando como resultado una población con casas de estilo colonial brasileño y muchas tradiciones que vinieron de aquel país. La verdad es que paseando por sus calles, uno podría pensar que se encuentra en un pueblecito brasilero. Acampamos en el jardín de un pequeño hostal playero. Un lugar muy agradable junto a la playa. 

 

Tirando de la red. Unas 4 horas de trabajo

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