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jueves, 10 de abril de 2014

34 DOUALA-LAMBARENE

34 DOUALA-LAMBARÉNÉ

25-3-2014, Kribi

La carretera de Douala a Kribi ha sido perfecta. Buen asfalto, paisaje bonito, todo tropical, mucho bambú, muchas plantaciones de palma –suponemos que es para extracción de aceite de palma- y unos ríos de tamaño africano, preciosos. Al llegar a Kribi nos dirigimos directamente al albergue-camping que tenía memorizado en el GPS. Allí nos encontramos a Kai, Jonas y Ian. Los dos primeros -Land Rover- eran los alemanes que nos encontramos en Lome y en Douala. El último –Land Cruiser- lo conocimos en Douala. Viajan juntos, creo que desde Lomé, y pretenden llegar a Cape Town.
En este pueblo intentamos contactar con Santiago, un español que lleva un proyecto de ecoturismo en esta zona. No pudimos verle porque estaba en Kenia. Sin embargo, sí visitamos un hospital y una escuela de enfermería donde trabajan varias españolas, en concreto, tres mujeres y un hombre. Todos muy simpáticos.
Camping "Tara Plage", Kribi, Camerún.
El segundo día fuimos paseando hasta las cascadas de Lobe. Este es el nombre de un río que desemboca en el mar a través de una cascada de unos tres metros de alto. Es una visión extraña ver cómo las aguas de un río caen al mar en medio de una playa espectacular.  Esa tarde nos dimos un paseo en piragua por el río. Fuimos con un local llamado Leopoldo. Experiencia fascinante. Iniciamos el recorrido al atardecer. Silencio, orillas frondosas, aguas oscuras, algunos pescadores con piraguas… Vimos un grupito de niños navegando con uno de estos cayucos de madera de tronco vaciado. Al pasar a nuestro lado nos hablaron en su lengua local, estaban bromeando; nos preguntamos si sabrían nadar. Al final del trayecto vimos una familia de monos haciendo de las suyas por las ramas de los árboles. También vimos un varano.
Rio Lobe, Camerun
El día siguiente cenamos con los alemanes en el hotel. Era una cena de despedida porque ellos seguirían el viaje a la mañana siguiente, pero al final cambiaron de opinión y se irán el mismo día que nosotros, por tanto, viajaremos juntos, cosa que nos viene de maravilla porque ellos llevan un todo-terreno y nos podrían ayudar en caso de problemas con la carretera. Por otro lado, son dos sujetos encantadores, con lo cual, viajar con ellos es un verdadero placer. Ian se queda en Kribi porque recibe a un amigo uno de estos días en Douala.
De Kribi teníamos que ir a Ebolowa por una pista que en mis papeles figuraba como buena pero en los de Ian aparecía como mala mala, especialmente con lluvia. Por ello yo estaba preocupado; precisamente esa noche cayó una tormenta espectacular. Estuvo lloviendo prácticamente toda la noche. A penas pude dormir pensando en la pista llena de barro por la lluvia. La alternativa era volverse hacia Douala, pasar por Yaoundé y seguir por el asfalto hasta Ebolowa, unos 440 km en lugar de 170 de pista. Decidimos intentarlo. Nos metemos en la pista y resulta que estaba no pasable, sino en un estado excelente. El firme era bueno, con algunos baches durante los primeros 20 Km, pero después, impecable. Nada de agua. Se podía conducir a unos 50 Km/h sin castigar la suspensión en absoluto. Era una pista estrecha, de tierra rojiza –laterita- y atravesaba selva tropical casi todo el tiempo. Paisaje espectacular. La conducción un verdadero placer. Habíamos quedado con los alemanes Kai y Jonas para viajar juntos, pero con la lluvia de la noche se les complicó todo y no pudieron madrugar. Nosotros salimos primero y ellos nos cogerían después. Al final llegamos a Ebolowa, donde compramos un nuevo seguro para el coche, sin que nos alcanzaran; nos encontramos al día siguiente en Bitam, Gabón.

La frontera de Camerún al salir ha sido la mejor de todas hasta la fecha. Dos paradas rápidas y adelante. Entrar a Gabón fue un poco más lento y complicado, pero nada del otro mundo.
Los dos coches tiramos hasta el cruce del Parque Nacional Lopé, cerca de Ndjole. Antes de llegar encontramos un lugar espectacular para hacer una acampada salvaje, en mitad de la selva. Hicimos un fuego, cocinamos una pasta con tomate y disfrutamos de una velada muy agradable con nuestros amigos berlineses. Nadie pasó por allí en toda la noche. Bueno, miento porque Jonas y Alegría vieron una figura, aparentemente humana atravesando nuestro campamento en mitad de la noche. Cuando desayunábamos pasó otro paisano en una moto.
Cruzando el Ecuador


Acampada libre al norte de Gabón
Yo pensaba que la carretera al Parque Lopé era asfalto, pero estaba equivocado. Era una pista bastante ancha con zonas de "tole ondule". El gran problema, más que la "tole" han sido los camiones que venían en sentido contrario. Venían a todo trapo y en las curvas ciegas eran un auténtico peligro. En cualquier caso, la jornada hasta Lopé ha sido bonita, circulando junto al impresionante río Ogooué.
Recorrimos el parque por la mañana acompañados por Eddy, uno de los jefes de la reserva. Vimos un elefante, un grupo de búfalos y monos. Como se deduce, un poco decepcionante en cuanto a animales, eso si; el paisaje era espectacular, sabana combinada con zonas de selva. Por la tarde fuimos con Eddy a hacer un recorrido de una hora andando por el bosque. Tan solo vimos unos monos, pero las explicaciones del guía acerca de la flora y fauna de la selva ecuatorial fueron muy entretenidas. Íbamos con Anne y Laura enfermeras suiza y estadounidense respectivamente. Trabajaban en un hospital en Lambaréné y habían venido a pasar el fin de semana. Cenamos con ellas los dos días que estuvimos en Lopé.

Eddy, nuestro guía en el Parque Nacional Lopé, Gabón
Lambaréné nos gustó. Hicimos noche en la misión católica de las Hermanas de la Inmaculada Concepción, un lugar muy agradable con buenas vistas del río Ogoué. Ale y yo nos dedicamos a cambiar dinero porque tendríamos que pagar la visa de Congo en la frontera y no teníamos CFA’s. Ni había cajeros automáticos ni cambiaban dinero en los bancos. Uno del banco nos llevó a una tienda donde nos hicieron un cambio muy bueno. Mientras tanto Kai y Jonas se fueron de talleres porque tenían los silentblocks de la suspensión trasera machacados.

Peluqueria en Lambarene
Tenemos preocupación porque nos acercamos al Congo, con sus temibles carreteras. Hay muy poco asfalto y la temporada de lluvias esta empezando, con lo cual, con nuestra furgoneta, que no es todo-terreno, lo podemos pasar mal. Lo veremos en la próxima entrega.


INCIDENCIAS MECÁNICAS.
Hoy, en Kribi, hemos subido la suspensión delantera de la furgoneta. Mañana vamos a hacer 180 Km de pista cuyo estado no conocemos. Ha llovido fuerte hace dos días y es posible que la carretera esté mal. El tensado de las suspensiones delanteras se hace en 10 minutos. Tan solo hay que apretar dos grandes tuercas de 27mm. Hay que tirarse debajo de la furgo para hacerlo.
Las bridas que aseguraban el mueble trasero al suelo se han roto, presumiblemente a causa de un gran bache. He sustituido las bridas por cuerda, tensadas con unas cuñas de madera (pinzas de tender la ropa)

INFORMACIÓN VIAJEROS
El visado de Gabón se puede comprar en la oficina de la gendarmería (inmigración) de Bitam. 50.000 CFA (77€), mismo precio que en Lomé, sin complicaciones -tan solo unas fotocopias de pasaporte: pagina principal-. Kai y Jonas lo hicieron así. Muy aconsejable.

El seguro que compramos al entrar en Senegal (Carte Brune) expiraba el 28 de Marzo, así que tuvimos que comprar otro nuevo para acabar al viaje. El de Senegal, que cubría todos los países de nuestro viaje desde Senegal hasta Congo Brazza nos costó unos 50.000 CFA (77€) para dos meses. El que compramos en Ebolowa nos costó 36.000 CFA también para dos meses y cubre los países de áfrica Central. Incluidos Gabón y Congo Brazza. Creo que en Senegal nos tangaron.

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