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miércoles, 29 de enero de 2014

16 NOTAS PARA OVERLANDERS

16  NOTAS PARA OVERLANDERS


Frontera Marruecos-Mauritania:
En la parte de Marruecos NO HAY QUE PAGAR NADA. Al parecer, el del puesto de policía hace pasar a los viajeros a su oficina para pedirles dinero. A nosotros no nos lo hizo. Insisto. No hay que pagar.
En la parte de Mauritania nosotros pagamos 10€ al de Aduanas por hacer el Laiser Passer de la furgoneta. No nos hizo recibo, por lo que suponemos que se quedó con la pasta. No sabemos con certeza si hay que pagar.
Hay que pagar una tasa municipal, son menos de 2€. Lo cobra un paisano que pulula por la frontera sin uniforme ni ningún tipo de identificación. Hace recibo, con lo cual suponemos que es legal.
Seguro. Hay varios vendedores/buscavidas dando la tabarra por la frontera. Dicen que te venden el seguro. En realidad lo que hacen es coger los papeles del coche y llevarlos a la caseta del tío que hace seguros. Se deben llevar una comisión.  No es necesario coger a ningún mangante para hacer gestión alguna. Los trámites son sencillos y los propios funcionarios te van indicando cuál es el siguiente paso. El seguro dicen que es obligatorio, pero NADIE TE LO CONTROLA. A lo largo de todo el trayecto, ningún policía nos pidió el seguro. Además, según dicen los informes de otros viajeros con experiencia, en Nouadhibou lo venden más barato.
Frontera Mauritania/Senegal (por Diama)
Parte mauritana: La misma historia con el de Aduanas. Te pide 10 € nosotros pedimos recibo y, textualmente, dijo: “Bueno, si inistes…” y nos lo hizo. Deducimos que si no lo pides no te lo hace, y tenemos dudas de que el recibo que nos hizo fuera bueno, es decir, posiblemente no haya que pagar nada. Pero no estamos seguros.  El tío de inmigración también nos pidió dinero (también 10€) nos negamos y nos dejó pasar. Conclusión NO HAY QUE PAGAR NADA, tan sólo los 10 € de aduanas, y posiblemente se trata de un timo.
Parte Senegalesa. NO HAY QUE PAGAR NADA. Pese a eso, el de Inmigración/policía nos pidió no sé cuántos Francos CFA. Nos negamos, arrugó la cara, pero nos devolvió los pasaportes sin refunfuñar excesivamente. OJO. Nosotros íbamos con Carnet de Pasaje de Aduanas, lo cual facilita el trámite en Aduanas. Si haces "Laisser Passer" no sé si hay que pagar, creo que sí.
Seguro. Lo venden en una caseta mugrienta junto a Aduanas. Parece que son precios oficiales. ¡OJO!, Muy caro: 79€ al cambio. Ver apartado INFORMACIÓN VIAJEROS del blog 24 (Douala-Lambaréné)

15 NORTE DE MAURITANIA-NOUAKCHOTT-S. LOUIS

15 NORTE DE MAURITANIA-NOUAKCHOTT-S. LOUIS

Mauritania nos pareció un país pobre de solemnidad, detalle que contrasta con el carácter altivo de muchos mauritanos. La carretera hacia la capital Nouakchott no estaba mal aunque las he visto mejores. Es todo asfalto. Por el campo, desierto casi puro, se veían casetas donde vivía un paisano con dos burros y un coche aparcado al lado. No hay quién lo entienda. ¿De dónde saca ese hombre dinero para tener un coche? A lo mejor es propietario de 1000 camellos. Misterio.
El terreno era una planicie desértica absoluta. En este país es típico circular con el coche por la playa aprovechando la marea baja. Nosotros no optamos por ello al no conocer los lugares por los que se bajaba a la playa y las salidas hacia tierra firme. Tampoco queríamos demorarnos en este país por la seguridad; por la carretera se va más rápido. Además el salitre no es bueno para los coches, aunque lo que hace la gente es lavar el coche, bajos incluidos, al llegar a Nouakchott. En fin, es una conducción placentera que no hemos podido disfrutar esta vez. Será en otra ocasión.
También aquí había que entregar “La Fiche” en los numerosos controles de carretera. Controles que resultaron menos frecuentes que en Marruecos, cosa chocante si tenemos en cuenta que la situación de Mauritania en cuanto a seguridad (Al Qaeda operando cerca) es más delicada que en su vecino del Norte.
Teníamos interés en llegar a Nouakchott antes de las 13:00 horas para tramitar la visa de Mali. Llegamos a la embajada sobre las 12:50PM justo cuando el encargado de las visas se iba a comer o a rezar, vete tú a saber. Entregamos los formularios, pagamos 6500 Ouguiyas (25€) por cada visado, y nos dijeron que volviéramos a las 15:00PM a recoger los pasaportes. Mientras tanto nos fuimos a comer a un libanés al que tangué en el cambio. Ya es difícil timar a un libanés. Resulta que él no conocía la cotización del Euro con la moneda local. Yo la conocía pero le dí una más favorable a mis intereses. El hombre ni rechistó. Me dijo que nos quería hacer un favor y nos dio el dinero que yo le propuse. La verdad  es que el paisano se portó muy bien, muy generoso. Me dio un poco de cargo de conciencia.

A la hora acordada salíamos con la visa de Mali en el bolsillo con dirección al puerto de pescadores de la capital. Nos lo habían recomendado los cartageneros viajeros Ana y Evaristo. El puerto, en realidad la playa, rebosaba de color, de gente, de actividad, de barcas (piraguas), pero también de olor fétido, chorros de aguas negras por los suelos y basura por todos lados. Con todo, la visita mereció la pena.
De allí salimos hacia la frontera de Senegal. 185 kilómetros. Los últimos 80 eran pista. Se nos hizo de noche antes de lo previsto y paramos a dormir en otro control de carreteras justo en el cruce donde acababa el asfalto. Allí empezaba el festival de intentos de corrupción del que tanto nos habían hablado. El poli del control donde íbamos a dormir me pidió “cadeau” (regalo), como si fuera un niño pequeño. Insistimos en que no había “cadeau”. Al final nos pidió una píldora para el dolor de cabeza. Le dimos un par de paracetamoles. Tengo la certeza de que ni le dolía la cabeza ni le hacía falta la medicina para nada. Yo creo que si no le saca algo al turista, revienta. Por estas tierras tienen la creencia de que a los europeos nos rebosan los billetes de 100€ por los bolsillos. El “madero”, como compensación, nos dio una buena noticia. De los 80 Kms de pista que quedaban hasta Senegal, habían asfaltado 20. ¡Bieeeen!

Pista al sur de Mauritania
Por la mañana nos metimos en una pista que era una delicia. No demasiado dañina para el coche, pasando por suaves colinas cubiertas de vegetación pre-tropical, la tierra rojiza. Esto duró un rato. Al final recorrimos unos 20 kms de pista mala.
Paisano que cogimos en autostop
En la frontera, el oficial de aduanas nos pidió dinero por hacer un trabajo por el que no debería cobrar. Lo sabíamos por los informes en internet de otros viajeros; ¡viva internet!
-“Son 10€” Nos dice el chorizo.
-“No” le decimos en plan tajante.
-“¿Cómo dice?” Se ve que no están acostumbrados a las negativas firmes.
-“Que no queremos pagar”
-“Entonces vamos a registrar el coche”
-"OK"

Abrimos el maletero y ve el ordenador
-“Regálame el ordenador”
-“No. Además está roto” Era verdad, hacía un par de días que la pantalla no funcionaba.
-“No importa. Eso se arregla. Regálame el ordenador”
-“Que no”
En ese momento se dio por vencido.
-“¿Te parece bien pedir ”cadeau” a los viajeros? Le digo yo
-“C’est l’Afrique” Responde el elemento.
Efectivamente, “C’est l’Afrique”. Pensé. "Mientras existan tipos corruptos como tú África seguirá siendo África".
"Alto Frontera"
En la parte de Senegal tuvimos otra igual con el hombre de Inmigración. También quería 10€. En resumen, hemos pasado una de las peores fronteras del viaje en lo que se refiere a corrupción, sin pagar ningún soborno. Nos queda una duda: Al entrar en Mauritania le pagamos 10€ al de Aduanas y no nos hizo recibo, con lo cual deducimos que ese dinero fue a parar directamente a su bolsillo. ASG (África Siempre Gana, es un dicho muy común por estos pagos)
Estábamos muy contentos de entrar en Senegal. HABÍAMOS PASADO EL PAÍS MÁS PELIGROSO EN LO QUE A SECUESTROS SE REFIERE: MAURITANIA. Decídselo a las abuelas. Además entrábamos en África Negra, abandonábamos el mundo islámico puro y entrábamos en la alegría y colorido de los subsaharianos. Volvíamos a la cerveza.
Saint Louis es una ciudad preciosa. Es la segunda más importante de Senegal y destaca por tener un gran número de casas coloniales. Está en la costa. En realidad es una isla a la que se accede por un puente de acero que, al parecer fue construido para colocarlo en alguna parte del río Danubio. Al final, a primeros del siglo pasado, lo pusieron aquí.
Nos instalamos en un camping muy agradable 20 kms al sur de S. Louis: el “Zebrabar”, legendario entre los overlanders, situado en una zona protegida, con playa y torre de observación de pájaros. Lugar estupendo para relajarse y descansar unos días. Un poco caro. Allí aprovechamos para controlar varias cosas del coche porque tenía una rampa y se podía trabajar en los bajos de la furgoneta cómodamente. Solucionamos la dureza de la palanca de cambios con “3 en 1”, un problema que veníamos arrastrando desde Ucrania. 

INCIDENCIAS MECÁNICAS:
La palanca del cambio estaba muy dura. El mecánico del "Zebrabar" roció con "3 en 1" todas las articulaciones del varillaje y al instante todo mejoró. Al parecer es algo que le pasa con frecuencia a las Transporter cuando son lavadas por debajo con la "Karcher" (cosa que hice yo en Madarcos varias veces). La articulación que queda justo debajo de la palanca pierde la grasa y se endurece.

martes, 28 de enero de 2014

14 RESUMEN MARRUECOS (ALEGRÍA)

14 RESUMEN MARRUECOS (ALEGRÍA)


Grandes cambios en los últimos años, las carreteras y autopistas impecables con aéreas de descanso modernas, incluso con duchas y pequeñas  mezquitas en algunas gasolineras. El parque móvil ha cambiado mucho también; coches en buenas condiciones. Han desaparecido las bacas atiborradas de fardos y animales ahora sustituidos por autobuses modernos. Las comunicaciones,  son mucho más fáciles, es muy común el acceso a internet, tienen Wi-Fi en muchos cafés de cualquier ciudad pequeña, y “teleboutiques” para llamar por teléfono a cualquier lado de forma fácil y barata.  Cultivos a gran escala. 
Ha mejorado mucho la limpieza en las ciudades, no en el campo, donde todavía no han sabido o no han podido acabar con las basuras.


Han desaparecido por completo los pesados que te obligaban a tomar sus servicios como guías o que querían venderte cualquier cosa. Ahora pasear por los zocos es agradable y puedes permitirte el lujo de echar una mirada a algo sin que eso se convierta en una condena de por vida; pero para poder mantener una conversación fluida y agradable, es esencial venir de Europa con la liga de futbol bien aprendida ya que aquí cualquier camarero, policía o dependiente sabe más de la liga española que cualquier periodista deportivo de cualquier cadena de TV en Europa.
Lo que no ha desaparecido, a Dios gracias, son los puestecillos de pinchitos de carne o pescado a la brasa ni las casas de comida con tajine o couscous, ni los carrillos tirados por burros o caballos para transporte de personas o mercancías.


Bastantes controles policiales, sobre todo en el sur, los agentes bien uniformados  correctos y sin corrupción.
Los precios comparados con los de Europa siguen siendo muy baratos, pero aun así los sueldos son tan bajos que no alcanzan a proporcionar un buen nivel de vida a la población por lo que continúan emigrando a Europa.  La clase media ha aumentado pero hay una enorme cantidad de jóvenes desocupados y sin futuro. Por otro lado, no creo que la solución sea el boom de la construcción que se aprecia claramente sobre todo en el sur.
En las zonas costeras están apareciendo edificios como hongos, pero al menos se aprecian mejoras en el mantenimiento y urbanización de las ciudades.


Notamos muchos cambios en Sidi Ifni, pero parece que alguien ha perdido la cabeza ya que se han puesto a plantar miles y miles de palmeras en las entradas de todas las ciudades, cosa que estaría muy bien si cada palmera no fuera acompañada de una farola; son kilómetros y kilómetros llenos de estas extrañas  parejas.


Otro cambio en el paisaje son las miles de autocaravanas que se ven por todo el país. Todo europeo con un “mobilhome” parece tener cita en Marruecos para pasar el invierno y llegan a ser una peste. Lugares  maravillosos como la península de Dakhla (antigua Villa Cisneros) están atestados, tomados por estos vehículos, que si fueran pocos no molestarían pero cuando son tantos resultan odiosos.


Los cafetines continúan siendo un mundo estrictamente de uso masculino, los hombres, sobre todo los jóvenes, pasan sus días viendo futbol y tomándo té (que sale barato); mientras las mujeres parecen preferir un terreno más intelectual, se ve una gran cantidad de chicas universitarias. Esto va bastante unido a que Marruecos parece mantener una postura bastante moderada en cuanto a la religión. Sobre todo en las ciudades es fácil ver chicas vestidas a la occidental y sin cubrirse el pelo.
El Sáhara Occidental está muy vigilado; cantidad de controles policiales donde, entregando “la fiche” con nuestros datos, no nos hacían perder tiempo. Como es lógico hay mucho descontento, parece mentira la vergonzosa situación de los saharauis y por intereses políticos y económicos ni España ni Europa hacen nada al respecto; incluso los medios de comunicación se acallan la cantidad de muertos que ocasionan los disturbios en la zona. Son otra gente, otra raza y están sometidos. Marruecos, para no soltar esa zona, cada vez hace más inversiones, abarata la gasolina en un intento de colonizar el  Sahara con súbditos marroquíes.


Los saharauis han dejado de ser nómadas. Como resultado de la guerra empezaron a vivir en las ciudades. Las generaciones actuales han nacido y han crecido en ellas. Sólo quedan unos pocos nómadas. Aún así, todavía se pueden ver enormes rebaños de camellos y vistosas jaimas. Las mujeres mantienen sus atuendos con mucho colorido, bastante más atractivos que los marroquíes.

El desierto, aunque ahora atravesado por carreteras asfaltadas, sigue siendo esplendido, noches con cielos límpidos y abrumadores y brillantes amaneceres.




Un aguador en Marakech.


La vista desde nuestra ventana en Rabat.

En el campo aún puede verse cultivar como hace siglos.


Paisano de Rabat.
Rebaño de camellos en el Sahara

Otro gran placer de los viajes es hacer nuevos amigos, como Ronald y Gaby a quienes conocimos en Dakhla.


Gaby. 


En este caso Pepe había mantenido contacto con Jota por Internet y en Zagora nos conocimos y conocimos también a Hanna y a Miguel.
En otros casos gente anónima.






13 DAKHLA-MAURITANIA

13 DAKHLA-MAURITANIA

Tiramos hasta la frontera  para intentar pasarla por la tarde, la gente decía que se formaban colas por la mañana temprano, pero que si se llegaba sobre las 4:00PM apenas había público. Efectivamente. Pasamos la frontera, lado marroquí y lado mauritano, en dos horas. Todo un éxito.
Aquí comienzan las fronteras africanas, donde la corrupción empieza a descollar. En el lado marroquí no tuvimos el más mínimo problema. Habiendo leído relatos de otros viajeros que habían sufrido los intentos de extorsión de los funcionarios, nos sorprendió lo bien y rápido que pasamos ese trago. Sin embargo quedaba la parte mauritana, que tiene peor fama. Efectivamente así fue. El de aduanas nos cobró 10€. Sabíamos que había que pagar, pero se nos olvidó pedir recibo; está claro que el pájaro se quedó el dinero. En otros departamentos no intentaron timarnos. Los que sí lo intentaron son los múltiples vendedores, guías, agentes de seguros, etc que pululaban por la frontera. Querían hacer ellos las gestiones, cambiar dinero marroquí por mauritano, venderte un seguro, tarjetas pin de teléfonos o a su madre montada en una burra si fuese necesario. El seguro lo hicimos con Arturo, un mauritano que trabaja con “Jota” que organiza viajes por Mauritania y ayuda en la frontera. En realidad Arturo no hizo más que llevar mi pasaporte y la documentación de la furgo a la oficina de los seguros. Supongo que por ello se llevaría una comisión. Precisamente esto del seguro fue la gestión más lenta. Había cola y tuvimos que esperar casi una hora.
Pero lo más llamativo de esta frontera, legendaria entre los viajeros que frecuentan esta zona, son los 4 Kms de pista que hay entre el puesto fronterizo marroquí y el mauritano. Se trata de una zona minada atravesada por una pista que se bifurca en otras muchas de manera que tienes que saber elegir. Para complicar más las cosas resulta que hay tramos de arena blanda donde te puedes quedar atollado. Los relatos de viajeros anteriores envuelven la travesía en un halo de misterio que cae totalmente cuando llegas allí. Resulta que las minas hace lustros que han sido quitadas; cierto que de vez en cuando se oye de algún incidente, pero no en ese tramo concreto. El asunto de la arena no es tan problemático porque sólo tienes que seguir a un coche o camión de los locales para tomar la bifurcación más fácil. Nosotros tuvimos suerte porque la noche anterior había llovido y las rodadas estaban muy claras. Al principio seguimos a una furgoneta mauritana, pero como iba demasiado lenta la adelantamos, más chulos que nadie, y llegamos al puesto mauritano sin incidentes.
Chatarra en "tierra de nadie"
Otra cosa que llama la atención es la cantidad de esqueletos de coches que se ven en ese tramo. La leyenda dice que son los restos de coches a los que ha estallado una mina. Falso. Son coches que desguazan allí un ejército de mecánicos. ¿Por qué mueren esos coche allí? Muy fácil. Cuando entras en Marruecos con un vehículo te lo apuntan en el pasaporte, de manera que no puedes salir del país sin el coche. Es una iniciativa de las aduanas para evitar la importación ilegal. Entonces, si tienes una avería gorda o un accidente, no puedes abandonar el vehículo en el país. En esos casos la gente lo que hace es alquilarse una grúa y llevarse el coche hasta tierra de nadie, tras haber pasado la frontera marroquí. Así tu pasaporte queda liberado. Pierdes el coche pero puedes volver a casa. Normalmente esto se hace con automóviles de no mucho valor, o que han resultado siniestro total tras un accidente. El caso es que esos 4 kms están plagados de chasis de coches a los que no les queda una sola pieza. Éstas han sido vendidas por los “desguaces” de tierra de nadie.
Salimos pitando de allí; no nos gustan las fronteras. Buscamos sitio para acampar a nuestro aire, pero dado el supuesto peligro de secuestros decidimos acampar junto a un puesto de policía. Además no era fácil encontrar un terreno  fuera de la vista de los vehículos que pasaban por la carretera y de los campesinos, que había por todos lados. Cuando le preguntamos al policía si podíamos dormir junto al puesto nos dijo que sí sin inmutarse. Deben estar acostumbrados a los turistas que acampan bajo su protección.

lunes, 27 de enero de 2014

12 EL AIUN-DAKHLA

12 EL AIUN-DAKHLA
Marcado como Harry Potter
Después de desayunar me puse a barrer el coche. No sé qué hice al meterme en la cabina para limpiar el suelo, el caso es que me dí un golpazo en la cabeza con la tapa de la guantera. Me rasgué parte de la piel. El dolor fue tan intenso que me saltaron las lágrimas. Ale se alarmó al ver mi frente ensagrentada. El caso es que quedé marcado con un rasponazo en la frente a la manera de Harry Potter. Al llegar a un control de carreteras el policía se percató del arañazo y me preguntó:

-“¿Qué le ha pasado en la frente?”
Yo pensé: “Éste se piensa que uno es un hooligan que va de bronca por las noches peleándose con todo quisqui”
-“Pues que me he golpeado con la tapa de la guantera” Le dije.
El poli se quedó pensativo. Repasó el interior de la furgo con una mirada del tipo de las de Sherlock Holmes y tras darse cuenta de que éramos dos inocentes turistas jubilados parece que se relajó:
-“Está bien, pueden seguir, pero debe usted tener más cuidado”
“Da gusto que se preocupen por uno” Pensé.
Dakhla, paraiso del Kite-Surf
Dakhla es el antiguo Villa Cisneros, convertido hoy en uno de los centros mundiales del surfing ya que el viento está garantizado durante todo el año. Hay escuelas de “kite-surfing” por doquier, furgonetas de jóvenes europeos que vienen a disfrutar del viento y de la playa; pero también vienen multitud de autocaravanas con jubilados, también europeos. No es que nos caigan mal estos últimos, pero el paisaje que ofrece una aglomeración de estas casas rodantes, todas con antena parabólica es un poco desalentador. En realidad es el aspecto que ofrece cualquier camping europeo. Concentraciones de caravanas como ésta se pueden encontrar por todo marruecos. 


Vimos cientos de autocaravanas por todo Marruecos
Conocimos a una pareja de alemanes (de cerca de Hamburgo) prejubilados. Eran profesores. Nos invitaron a café, turrón y chocolate. Mantuvimos una charla interesante antes de acercarnos al centro de la ciudad. Volvimos a charlar con ellos por la mañana, antes de iniciar nuestro viaje. Nos ofrecieron su casa en Alemania. No descartamos una visita en el futuro. Gracias Ronald y Gaby.

Con Ronald y Gaby

Poco queda de la presencia española de los tiempos de la colonia. Por la pinta deduzco que los barracones de los cuarteles del ejército marroquí son los que dejaron los legionarios españoles tras la retirada. El resto de la ciudad no tiene apenas interés. Destacan las avenidas de acceso. Anchas y flanqueadas por cientos de palmeras. Todo muy limpio.


Dakhla

domingo, 26 de enero de 2014

11 SIDI IFNI-El AIÚN

11 SIDI IFNI-El AIÚN
Carreteras de infinitas rectas infinitas con el desierto a la izquierda y el mar a la derecha. Se lo he dicho a Alegría varias veces. “Si alguna vez observas que tenemos el mar a la izquierda, mal asunto, eso es que nos hemos equivocado de sentido y nos dirigimos a España”. Habíamos comenzado la bajada pura hacia el sur, hacia Mauritania. Carretera que sigue la costa casi permanentemente. La temperatura diurna templada, todavía no se podía circular con las ventanillas abiertas. Por las noches, frío.
La entrada a Tan Tan
Casi 500 Kms era la jornada de hoy. En principio parece una locura, pero como la carretera es recta, sin tráfico y con buen asfalto, la media salía clavada. Si ibas a 100 por hora, salía el promedio salía al milímetro. Es decir para 500 Kms tardabas 5 horas. Lo que fastidiaba un poco eran los frecuentes controles de carretera de la policía o la gendarmería. Éstos son muy comunes en Marruecos a la entrada de las ciudades,  especialmente en el sur, en lo que era el Sáhara Español debido a la complicada situación política del Sáhara. En esos controles es necesario entregar una ficha con los datos del pasaporte y del vehículo. Para éste viaje hemos tenido que hacer 30 fotocopias de la famosa “Fiche”.
Pasamos por Tarfaya ,antigua colonia española, sobre las 15:00PM. No vimos nada interesante, pero al tirar hacia el sur vimos encallado el ferry de la naviera canaria ARMAS. 
Ferry ASSALAMA
A finales de 2007 esta compañía inauguró la línea Puerto Rosario/Tarfaya y en una de las primeras travesías, Febrero de 2008, encalló. Desde entonces el pecio sigue allí, con los coches y camiones todavía abordo. El servicio no se ha reanudado desde entonces. Una pena. Es una visión encontrarte esa mole de acero junto a la playa.
Decidimos seguir la nueva carretera que transcurre muy cerquita de la costa hasta casi el Aiún. Es una vía alternativa que nos había recomendado “Jota” y la verdad es que fue una buena idea. La carretera estaba en excelente estado, no había apenas tráfico, solo camiones con pescado, y el paisaje era fabuloso.

Con fuerte viento de popa, los alisios, muy bueno para ahorro de combustible, llegamos a El Aiún sobre las 17:00pm. Nos dio tiempo a dar una vuelta por la ciudad. No vimos ningún vestigio de la anterior época colonial española. La ciudad es la capital de la provincia y ha crecido una barbaridad. Edificios nuevos por todos lados, grandes avenidas, muchas farolas y luces por doquier. Sitio muy animado; al anochecer la gente se hecha a la calle y forma verdaderas aglomeraciones. Nos cenamos unos bocadillos de pincho moruno estupendos, nos metimos en un café con Internet para ponernos al día con los emails y el blog y salimos de allí por la carretera del sur buscando un sitio para dormir. Lo encontramos a las afueras, en el  parking de un pequeño centro comercial. Había un guardián al que le pedimos permiso para aparcar y pasar la noche: “ningún problema” nos dijo. Ésta gente no tiene manías. Dile tú a cualquiera en España que quieres pasar la noche en el aparcamiento de su establecimiento. Seguro que llama a la policía. Al día siguiente le dí la propina a otro guardián, el que había relevado al de la noche anterior. Al minuto se presenta allí con una garrafa de 5 litros de agua mineral diciendo que la podíamos usar para lavar el coche porque estaba caducada. Un cielo.

sábado, 25 de enero de 2014

10 AKKA-SIDI IFNI

10 AKKA-SIDI IFNI




Empezamos la jornada circulando por terreno desértico pero al rato la carretera empezó surcar paisajes más costeros. Apareció la vegetación y nos metimos en territorio montañoso. Alegría tenía especial interés en pasar por Tiznit, población que ya conocíamos de un viaje anterior. Ir por allí significaba hacer algunos kilómetros de más, pero quería buscar un regalo para Sofía, que cumplía años el 31 de este mes. El lugar era ideal porque había muchas joyerías con cosas de plata. Tiznit es famoso por ello, sin embargo no pudimos comprar nada porque lo que había no convenció a Ale y, además, los precios estaban disparatados.


Tiznit
Después de comernos unos bocadillos de pescado extraordinarios en un puestecito del centro, nos lanzamos a la carretera dirección Sidi Ifni, pero antes, paradita en la playa de Legzirah, donde el acantilado hace unos arcos muy bonitos. Llegamos por los pelos a la puesta de sol. Nos dio tiempo a sacar una foto y a pasear por la playa. 

Legzirah


8 kilómetros más y llegábamos a nuestro querido Sidi Ifni. Allí conocíamos un hotelito de la época colonial, “La Suerte Loca”. Lo regentan los nietos de los fundadores. En viajes anteriores habíamos estado allí, pero ahora con la furgoneta/caravana, se imponía un camping. Nos fuimos a uno que está en la playa, debajo de los acantilados. Sin embargo nos dimos el lujito de cenar en la “La Suerte Loca”. Los yogures son extraordinarios, con miel y almendra molida por encima.


Sidi Ifni
Sidi Ifni  es una ciudad muy bonita, asentada en la desembocadura de un “oued” o río seco, con palmeras, chumberas y otros tipos de plantas de zona semi desértica. El barrio antiguo conserva el paseo marítimo, por encima del acantilado, de la época de los españoles. Sigue en pie el edificio de gobernación con el escudo español franquista, la plaza de España (ahora con nombre marroquí) ha sido rehabilitada bastante bien así como los edificios de correos, policía, el cine Avenida, etc. El mercado sigue siendo auténtico, y una gran parte de la ciudad ha quedado a salvo del crecimiento urbanístico porque es la antigua pista de aterrizaje. Creo que todavía, de vez en cuando, vienen aviones. Ale y yo tenemos un cariño especial a este sitio.



Sidi Ifni

viernes, 24 de enero de 2014

9 ZAGORA-AKKA

9 ZAGORA-AKKA
Una gozada circular por la pista
Ahora nuestro camino se dirigía a la costa. La primera jornada nos llevaría hasta Tata y Akka, pero para llegar allí sin dar un rodeo excesivo había que coger una pista que me tenía preocupado desde hacía meses. No sabía en qué condiciones estaba, si era sólo para todo-terrenos y camiones o si, por el contrario, también se podía pasar con nuestra "furgo". “Jota” nos sacó de dudas: “Por ahí circulan las furgonetas de los locales todos los días. Seguro que vosotros podéis pasar”.
Efectivamente. La pista, creo recordar que eran 80 kms, estaba recién repasada por las máquinas. Había muy poca “tole ondulée” y, además suave. Conduciendo a 70Km/h se pasaba perfectamente. La conducción en estas condiciones era un auténtico placer. El paisaje acompañaba, a derecha e izquierda se levantaban hileras de montañas color arena que con la luz del sol mañanero parecían rojas. Los kilómetros pasaban deprisa. La música de José Luis Perales sonaba alegre en los altavoces (es broma). La temperatura, perfecta: fresquito mañanero. Las agujas del salpicadero todas en su sitio. La furgoneta rodando rápida, levantando una nube de polvo impresionante, sin sufrir castigo alguno por rodar sobre tierra. Para mí, hasta ahora, el mejor momento del viaje.
Oasis
Comimos de nuestras provisiones en un laguito junto a un palmeral. En teoría eran unas cascadas famosas que en realidad consistían en unos rápidos bastante discretos. Eso sí, el entorno era muy bonito, como de escena bíblica. Siestecita breve por mi parte mientras Ale dibujaba. Por la tarde llegamos a Akka donde, tras tomarnos un té, nos dirigimos a la carretera para buscar un sitio adecuado para dormir en mitad del campo. Ya anocheciendo apagamos las luces del coche y abandonando el asfalto tiramos en dirección a una planicie que tenía una hondonada. Allí pasamos la noche, en medio del desierto, sin un alma alrededor, sin un ruido, con millones de estrellas en el cielo. Desde la lejanía se veían los haces de luces de los coches o camiones que pasaban por la carretera. Cenamos, nos vimos un par de capítulos de “El Mentalista” y a la cama. Velada estupenda, noche estupenda.


jueves, 23 de enero de 2014

8 MARRAKECH-ZAGORA

8 MARRAKECH-ZAGORA

Llegar a Zagora desde Marrakech implicaba cruzar la cordillera del Atlas. Eso significaba carretera de curvas y subidas. Pasamos dos puertos. El primero de montañas nevadas, sin nieve en la carretera, y el segundo por montañas de terreno desértico. Ambos tramos fueron muy bonitos, pero yo disfruté más el segundo porque fue al atardecer, con el sol ya bajo iluminando la ladera por la que transcurría la carretera. Una vía de montaña con quitamiedos de piedra y cemento, muy  acorde con el paisaje, casi sin tráfico. Un placer.  Una vez abajo, nos encontramos con un inmenso palmeral que llegaba de estas montañas hasta más al sur de Zagora. 200Km mide el alargado oasis que llega hasta el mismo desierto. Es el valle del río Draa.

Ait Benhadou
Buena estiba
La intención era llegar a Zagora pero se nos hizo de noche y optamos por hacer acampada libre. Nos metimos por un caminito que se alejaba de la carretera, llegamos al palmeral y vimos un sitio bonito cerca de una casa. Paramos allí y nos acercamos a la vivienda a pedir permiso para acampar. Allí salieron tres mujeres con dos niños pequeños que se empeñaron en que entráramos en la casa a tomar té. También intentaron que cenáramos con ellas pero nos excusamos insistiendo en que teníamos ya cena lista en la furgoneta. Decían que los hombres llegarían pronto y así fue. Entraron tres en el salón y nos mandaron a todos al otro lado de la habitación. Extendieron las alfombrillas y empezaron a rezar a Alá. Después la más joven, Nora, hizo lo propio no sin antes habernos traído pan para mojar en aceite mezclado con mermelada. La verdad es que estaba rico. Conversamos un rato con Nora que era la única que hablaba francés fluido. Si por esta gente hubiera sido, hubiéramos cenado y dormido en su casa. La hospitalidad africana te deja con la boca abierta. Después nos fuimos a la furgoneta donde cenamos embutido, y a la cama. Hacía muchos lustros que no veía tantas estrellas en el cielo.
Ahí pasamos la noche, en el palmeral de Zagora, junto a la casa de Nora
Al día siguiente nos despedimos de Nora regalándole un reloj de propaganda que teníamos guardado para esos menesteres. Se puso muy contenta.
"Cestito"
La tarea hoy era hacer los 80 Kms que faltaban para llegar a Zagora. Nada más llegar preguntamos a los lugareños por “Jota”, un madrileño casado con una saharaui, Hanna, afincado allí y dedicado a los viajes y las expediciones. Dimos con él fácilmente pese que el único dato que teníamos era que vivía a la entrada de la ciudad. Reconocí su coche porque lo había visto en su página web “Atar Expediciones” y en el blog que escribió en un viaje España-Sudáfrica el año pasado. Le pillamos en la cama con un gripazo de campeonato. Por la tarde volvimos a su casa, charlamos de viajes por los cuatro costados, nos invitó a cenar y nos dio cantidad de información útil para nuestro periplo. Gracias “Jota”.

miércoles, 22 de enero de 2014

7 RABAT-MARRAKECH

7 RABAT-MARRAKECH

Nada más recoger  nuestros pasaportes con la visa de Mauritania salimos pitando hacia Marrakech. Todo autopista. No mucho que destacar. Si acaso la vista al fondo de la cordillera del Atlas con el pico Tubkal, nevado, presidiéndolo todo. Con la inestimable ayuda del GPS llegamos a la famosa plaza de Jemaa el Fnac. ¡Qué ambientazo! Y ¡qué pesados los de los chiringuitos de comida! Como ya nos ha pasado en varias ocasiones nos fuimos a cenar a otro lugar alejado de la plaza por no aguantar a los “captadores de clientes”. Vueltita por el zoco, que a la sazón ya estaba cerrando y a dormir a un parking cerquita de la plaza.
Zoco de Marrakech
Aguador en la plaza Jemaa el Fna
Por la mañana repaso a la Plaza y al zoco con todo el personal desperezándose. Es bonito ver el despertar de la ciudad. Café con croisant (bueno, con croisanes varios) en una tetería cercana, y carretera.
El tiempo, mejor; frío pero sin lluvia. Por las noche ponemos la calefacción estacionaria de la furgoneta. Para los que no sepáis lo que es eso, se trata de un calderín que quema gasoil del depósito del vehículo y que calienta el interior en escasos minutos con el coche parado y el motor parado. Además gasta muy poco combustible. Un invento.

lunes, 20 de enero de 2014

6 ASILAH-RABAT

6 ASILAH-RABAT

No estaba previsto parar en Rabat, pero de nuevo las visas han marcado el itinerario y el calendario de viaje. Optamos por la carretera normal hasta Larache con intención de coger allí la autopista de peaje. Aprovechamos para comer allí en un pequeño restaurante cerca de la plaza de España, creo que todavía se llama así, a comer calamares fritos a la romana. Conocíamos el sitio de hace seis años cuando viajamos a Marruecos con los niños. Los calamares estaban impresionantes, mejor que los que se comen en España.
Vigilante de aparcamiento en Larache
La autovía nos llevó a Rabat y gracias a los mapas para GPS que nos facilitaron Ana y Evaristo, amigos viajeros, localizamos la embajada de Mauritania y el sitio para dormir sin ningún problema. Éste último ha sido especialmente agradable, junto a la desembocadura del río, con las murallas de la kashbah a la vista y con el centro de la ciudad a un paso.

Rabat


Por la mañana a primera hora estábamos en la puerta de la embajada mauritana. Según la información de que disponíamos había que presentarse muy temprano, antes de las 8:00AM, porque se formaban largas colas. Sin problemas. Yo me sabía de memoria el procedimiento, las fotos que hacían falta, las fotocopias del pasaporte, el formulario sacado de internet previamente relleno, etc. Cuando llegó la hora de entregar los papeles resulta que no teníamos dinero. ¡Qué ridículo! Me tiré unos dos años preparando este momento y al final fallamos en lo más sencillo. Resulta que sólo se podía pagar con dinero marroquí y yo contaba con pagar en Euros. Tened en cuenta que son las 8:30AM y que los banco están cerrados. Bueno pues allí apareció el ángel de la guarda en forma de mauritano generoso y confiado que nos prestó el dinero. Un gesto admirable. Al instante nos fuimos corriendo a un cajero automático y pudimos devolver el préstamo al mauritano. A las 15:00PM teníamos que volver a la embajada a recoger los pasaportes con las visas. En realidad volvimos a las 14:00PM porque el gorrilla que vigilaba el parking nos dijo que, pese a que la hora oficial de recogida de pasaportes era las 15:00PM, normalmente empezaban a entregarlos una hora antes. Esto nos lo dijo con un guuiño de ojo lo cual significaba que quería propina. Y la obtuvo.
Rabat es una ciudad grande y un tanto desconocida. No tiene la fama de otras como Fez o Marrakech pero tiene una medina espectacular, un mercado entrenido, variado, grande y sin “pesados”; además cuenta con una muralla muy bien restaurada. Junto al mar se encuentra la kashbah de los oudiyas, que no tiene desperdicio. La visita ha merecido la pena.